Viene de : » La gran ola migratoria del siglo XIX «
La inmigración europea y la historia Argentina están ligadas. Su peso fue enorme en términos absolutos. De este lado de océano, espacios inmensos subpoblados (alrededor de 600.000 habitantes dispersos en un millón de km2 ocupados por los nuevos poderes en 1810); del otro lado una población de enorme crecimiento en el siglo XIX. En la Argentina era necesaria la aparición de oportunidades, es decir, una economía en expansión, que fueran consideradas mejores que en otras partes del mundo y que el conocimiento de esas oportunidades fuera conocida por parte de los potenciales migrantes.
Entre 1857, momento donde se empiezan a hacer las estadísticas migratorias argentinas y 1960, momento donde el proceso puede darse por concluido en términos de movimientos de masas, llegaron a la Argentina unos 7.600.000 inmigrantes procedentes de ultramar. Muchos de ellos habían llegado a nuestro país con la intención de realizar algunos ahorros que integrasen el balance de ingresos de la familia y luego retornar a su país de origen donde estaban sus familias; otros que volvían querían exhibir su éxito donde importaba para ellos -la aldea de la que ellos habían partido; otros no encontraron aquí lo que buscaban y volvieron a sus patrias.
En el momento de máximo impacto de las migraciones europeas en la Argentina, 1914, su peso en las distintas provincias de nuestro país era muy diferente. De este modo podrían delinearse, desde el punto de vista del impacto de este fenómeno migratorio, tres áreas diferentes: las provincias más cercanas a la ciudad puerto de Buenos Aires, un área intermedia y el noroeste. Las razones de estas diferencias pueden ser muchas. Ante todo, el dinamismo de algunas economías regionales en general, no siempre ligadas a la demanda de los mercados internacionales.
Las personas que ingresaban a nuestro país poseían habilidades muy diferentes (aun procediendo del mismo lugar y en la misma profesión), si emigraron en 1830 o 1950. Por otra parte, la misma profesión podía indicar cosas muy diferentes en distintos lugares de origen, dentro o fuera de un mismo país. En su mayoría, los inmigrantes eran hombres (220 por cada 100 mujeres), jóvenes en edad laboral (20-40 años), de origen rural. Está migración incluyó muchos profesionales, campesinos o jornaleros, que esta gran mayoría llegó en la tercera clase, pero también un porcentaje (no desdeñable) lo hizo en segunda clase. Los italianos y los españoles fueron largamente dominantes (alrededor del 75% del total), pero con ellos también llegaron los franceses, rusos, polacos, alemanes y británicos, entre otros.
Mas informacion : » Primera y Segunda oleada de inmigrantes «
Fuente:
Torrado Susana, Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo Centenario. Una historia social del siglo XX. Tomo I. Buenos Aires, Edhasa, pp. 536-540.
Vazquez, Jacqueline; Piazza, Mercedes, 2° Humanidades y Ciencias Sociales.
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